Hábitos de sueño saludables

Hábitos de sueño saludables

Horario regular: Acostarse y levantarse a la misma hora todos los días, incluso fines de semana. Esto regula el reloj biológico y mejora la calidad del sueño.

Rutina relajante previa: Dedicar los últimos 30 minutos antes de dormir a actividades tranquilas como leer, meditar o tomar un baño caliente. Evitar pantallas, ya que la luz azul interfiere con la melatonina.

Ambiente adecuado: Dormitorio oscuro, silencioso y fresco. Usar cortinas opacas, tapones para los oídos o ventiladores si es necesario.

Actividad física regular: Hacer ejercicio moderado durante el día mejora el descanso nocturno, pero evitarlo justo antes de dormir.

Alimentación consciente: Evitar comidas pesadas, cafeína y alcohol en las horas previas al sueño.

Exposición a la luz natural: Recibir luz solar durante el día ayuda a sincronizar el ciclo sueño-vigilia.

Uso de la cama solo para dormir: No trabajar ni ver televisión en la cama, para que el cerebro asocie ese espacio únicamente con descanso.


Cómo fomentar estos hábitos

  • Educación y conciencia: Explicar la importancia del sueño para la salud física y mental (mejora memoria, concentración, estado de ánimo y sistema inmunológico).

  • Pequeños cambios progresivos: Ajustar horarios de forma gradual, por ejemplo, adelantando la hora de dormir 15 minutos cada noche.

  • Apoyo familiar y social: Promover rutinas compartidas, como apagar dispositivos electrónicos en casa a una hora determinada.

  • Tecnología consciente: Usar recordatorios o aplicaciones que indiquen la hora de desconexión de pantallas.

  • Ejemplo práctico: Crear un “ritual nocturno” con pasos fijos: apagar luces brillantes, beber una infusión relajante, leer unas páginas de un libro y acostarse a la misma hora.